Lo de Cañete le ha venido muy bien al PP y mejor aún al PSOE. De eso se ha tratado la campaña en los últimos días y ninguno de los dos candidatos ha dado explicaciones de sobre cómo es posible que se lleven tan mal y 2 de cada 3 veces voten lo mismo en el Parlamento Europeo, no han tenido que justificar que el Gobierno Zapatero diese su apoyo al actual ‘gobierno europeo’ con el extremadamente conservador Durao Barroso al frente y, de paso, tampoco han tenido que presentar sus propuestas.
Esto último es lo más lamentable y repugnante, considerando que es desde la Comisión Europea desde donde nos dicen que hay que seguir recortando, incluso que hay que bajar los sueldos, disminuir las pensiones, privatizar la sanidad, rebajar a la mínima expresión las cotizaciones sociales, dejar sin ayuda a los dependientes, seguir consintiendo que los desahucios no acaben con las deudas con los bancos, disminuir las prestaciones por desempleo, que las familias sigan gastando miles de euros en formación para que sus hijos acaben trabajando en Alemania por 400 € al mes o que pese a pagar los intereses del rescate a la banca, ésta siga amasando beneficios e impidiendo el acceso al crédito.
Es Europa la que ha propiciado que el Naval fuese arrasado negando que hubiese permitido el tax-lease a los astilleros españoles cuando esta ‘rebaja fiscal’ fue aprobada por la misma Unión Europea; es Europa la que ha perseguido la práctica eliminación de la flota cefalopodera, la que ha ahogado al sector lácteo; la que nos da largas con la reiteradamente anunciada ‘autopista del mar’, la que no tiene intención alguna de dar una solución a los Afectados por la compra de Preferentes y a la que se la bufan las exigencias fiscales de Hacienda a los emigrantes retornados mientras deja escapar a los grandes evasores.
Nos han tangado, otra vez más, saliendo en la tele enseñando una cartulina con un twitt, vendiéndonos unos debates que no eran debates ni nada, compitiendo en poses, evitando ser preguntados por los periodistas, sacándose fotos con pañuelos verdes o comiéndose de un bocado medio ternero, escupiéndose sin saliva y burlándose en nuestra cara sin ruborizarse porque nos hayamos dado cuenta de que nuestros problemas no les importan nada. Si fuese así no tendrían valor para decir que este es el país de los “7000 nuevos empleos al día”, que “hay alegría en la calle”, que “somos la locomotora de Europa y la Alemania del sur”, comparar a Felipe González- que solo es una sombra de aquel tipo que fue, una sombra fofa y tenebrosa- con Jesucristo y el Ché Guevara o prometer que “haré como eurodiputado lo que no hice como ministro”.
Así que el que quiera leer lo de las disculpas de Cañete, que no son disculpas ni son ná, que se vaya a la web del PP o a la de Valenciano.