Según la Encuesta de Condiciones de Vida, los habitantes en España en situación de exclusión social o riesgo de pobreza alcanzan el 27,3% durante el 2013. Tendencia ascendente que se incrementó un 2,6% en relación al año 2009. El indicador europeo AROPE considera que se traspasa el umbral de la pobreza, cuando una persona percibe menos de 17.040 euros anuales, con una familia formada por dos progenitores y dos hijos a cargo.
La pobreza en menores hasta los 16 años, registró el mayor pico de subida en 2010 con un 32,6%, tras un descenso volvió a incrementarse hasta el 31,9% en 2013. A partir de los 16 años hasta los 64, la cifra pasó del 23% en 2009, hasta el 29,5%. La disminución de la pobreza se percibe en la franja superior a los 65 años, una caída de 10,4% en cuatro años, situándose en el 14,5% durante el 2013.
La problemática se afianza en ciudadanos que solamente disponen de estudios primarios o no pudieron finalizarlos (25,1%), hogares con un único progenitor e hijos dependientes (38%) y desempleados (39,9%). Se añade que una parte de españoles con estudios universitarios o con trabajo se hallan por debajo de la tasa del umbral de la pobreza (8,5% y 11,7%, respectivamente). Por origen, 16,5% pertenecen al estado; 35,1% son habitantes comunitarios; y 47,8%, extranjeros no pertenecientes a la UE.
Para llegar a final de mes, el 16,9% de los hogares se encuentra con grandes dificultades; el 41% no logra afrontar los gastos imprevistos; el 9,3% efectúa los pagos con retrasos; y el 45,8% descarta los periodos vacacionales fuera del hogar.