Tras unas inspecciones laborales en los comercios del Mar Menor, los agentes policiales detuvieron a un empresario de origen marroquí, por mantener a sus trabajadores en una línea de trabajo de lunes a viernes, cobrando 500 euros mensuales.
El dueño de la carnicería con nacionalidad española, disponía de empleados de Marruecos en situación irregular. Del salario de los trabajadores, disminuía una parte de la cuantía para su propio beneficio por costes de alimentación.
Después de las declaraciones ante la Policía, se efectuó el arresto del titular de la empresa por un delito contra los derechos de los trabajadores. La operación ha sido ejecutada en colaboración con la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Murcia.