En Siria, tres cuartas partes de sus habitantes subsisten en la pobreza, la cifra aumenta hasta el 54,3% los ciudadanos que sobreviven en la pobreza extrema, según el documento semestral del 2013, Despilfarrando humanidad. Del Estado, un 20% no dispone de los medios necesarios para satisfacer sus necesidades primarias.
Con el inicio del conflicto sirio, 11 millones de personas perdieron su origen de obtención de ingresos, alcanzando los 2,7 millones de desempleados. El director de microcrédito de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Alex Pollock, declara que “Siria está asolada por la carencia de puestos de trabajo y un desempleo abrumador”.
La guerra destruyó 4.000 escuelas, centros médicos, se colapsó la industria farmacéutica, y aumentó la deuda pública alcanzando el 126% del Producto Interno Bruto (PIB). El portavoz de la UNRWA, Chris Gunness, advierte que “el conflicto está despilfarrando humanidad a través de la violencia, el miedo y la destrucción, que han causado daños multidimensionales a nivel socioeconómico en todos los aspectos de la vida de las personas”. Con el conflicto armado sirio han muerto más de 160.000 personas.
