Los casamientos infantiles registran más de 15 millones de niñas a nivel mundial, según publica el Fondo de la ONU para la Población (UNFPA). Las menores son obligadas a contraer matrimonio con varones mayores de edad, consolidando una familia con descendencia a edad tempranas, concretamente en África Subsahariana. Los datos muestran que 1 de cada 3 niñas con escasos o medios recursos, se casan sin superar los 18 años.
Aunando más de 300 organizaciones, la plataforma Girls not brides (niñas no esposas), expone que en 2003 por cada niño casado de 15 a 19 años, la proporción en mujeres alcanzaba las 72 esposas en Malí. Desde la Unión Africana se pone en marcha una iniciativa para combatir estos enlaces matrimoniales, que prohíben a los menores continuar con sus estudios educativos, sin embargo las normas en la sociedad africana exponen que se mantenga la tradición, que sirve de incentivo económico al dotar de ingresos a la familia de la niña.
Una vez casadas, afrontan la maternidad sin encontrarse capacitadas física y mentalmente, afianzándose como principales causas mortales, las complicaciones en el proceso del embarazo y el momento del parto. Por ello, el organismo UNFPA reclama normativas que establezcan una edad mínima para los casamientos.