La agrupación Long Hope, integrada por marineros gallegos que faenaron en Noruega hasta 1994, han solicitado la participación del ayuntamiento pontevedrés para trasladar sus reivindicaciones ante el gobierno noruego. La búsqueda de apoyos se extiende a concellos de la costa para que el país europeo les reintegren las contribuciones por los impuestos que abonaron mientras trabajaron en su territorio.
El estado noruego no acepta el pago de las pensiones, al no considerar su estado de emigrantes por no encontrarse físicamente en tierra, pues se hallaban embarcados. Los afectados se aproximan a los 80 años, y las pensiones recibidas por la gran mayoría de sus viudas son insuficientes. La medida se reguló con la integración del país en la Unión Europea en 1994.
Las reclamaciones fueron remitidas al Defensor del Pueblo noruego, sin lograr el efecto esperado. El siguiente paso será la vía judicial en los juzgados de Noruega, con las miras puestas al Tribunal de Estrasburgo cuyos costes alcanzan los 300.000 euros. De los 6.000 marineros asociados, las previsiones estiman que sean el doble de afectados a nivel estatal.
