La gestión del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, es una cosa, y lo que él y él resto del Gobierno dicen, es otra. De acuerdo con los datos del Banco de España, difundidos este viernes, la deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó un nuevo récord en el primer trimestre del año al sumar 989.925 millones de euros, lo que supone el 96,8% del Producto Interior Bruto (PIB) y un incremento del 3% en relación con el trimestre anterior.
Dicho de otra manera: cuando Montoro inició su gestión debíamos alrededor del 70% de todo lo que producimos, menos de tres años más tarde– pese a los recortes en Sanidad, Dependencia, Educación, Bienestar, la subida del IVA, la bajada de las pensiones o en la prestación por desempleo- debemos prácticamente todo lo que se produce en el Estado o, dicho de otra manera, casi un 27% más que cuando él llegó al Gobierno.
El Banco de España, además, no deja lugar a dudas sobre dicha gestión: la deuda del Estado se situó en 864.193 millones de euros, también nuevo récord, lo que supone ya el 84,5% del PIB y un aumento del 3,3% respecto al último trimestre de 2013- es decir, la que maneja, directamente este ministro– mientras que el endeudamiento de las comunidades autónomas repuntó hasta los 221.997 millones de euros, un 7,3% más que entre septiembre y diciembre del pasado año.
Las corporaciones locales, por su parte, fueron las únicas administraciones que redujeron su deuda en el primer trimestre, hasta los 40.855 millones de euros, lo que supone un descenso del 1,5% respecto al trimestre anterior, mientras que la Seguridad Social se quedó con una deuda de 17.188 millones de euros, prácticamente el mismo importe que un trimestre antes -17.187 millones-.