El Servizo Galego de Saúde (SERGAS) deberá indemnizar a una joven coruñesa de 26 años, por las secuelas en la muñeca debido a las consecuencias negativas de la infiltración de corticoides.
En junio de 2010, la afectada acudió al Servicio de Traumatología por hinchazón y dolor en la mano derecha en el Centro del Ventorrillo de A Coruña, dependiente del Sergas. El personal sanitario le infiltró corticoides con anestesia local, percibiendo su mejoría. En mayo de 2011, los dolores se presentaron nuevamente, acudiendo al centro citado con anterioridad, que le efectúo una 2ª filtración sin informar “de las posibles reacciones adversas“, explican desde la Asociación El Defensor del Paciente.
La joven obtuvo problemas en la piel, hipersensibilidad al tacto y lipoatrofia. La Audiencia manifiesta que “la información no es solo sobre la técnica a utilizar, sino que debe incluir los posibles efectos secundarios”. El defensor de la joven, Cipriano Castreje, ha declarado que esta medida modificará los protocolos de información a los ciudadanos, como derecho fundamental de los pacientes.