No fue como otros años cuando en el escenario del Auditorio Municipal se reunían los concelleiros socialistas y nacionalistas, con Abel Caballero y Santiago Domínguez repasando los logros de los años de gobierno conjunto. En esta ocasión, la ‘celebración’ de los 7 años de gestión del alcalde, el recuerdo para el Bloque Nacionalista Galego- que ni siquiera estuvo representado- fue de más un reproche, lo mismo que para el presidente Feijóo…aunque no para el Partido Popular de Vigo.
Durante una hora, ante unos 200 invitados, Abel Caballero se detuvo en casi uno por uno de los ámbitos en los cuales ha habido una “transformación total” de Vigo gracias a un “revolución” en la manera de entender la ciudad.
Entre los mismos, el alcalde recalcó la humanización de centenares de calles, 510, exactamente, con el asfaltado de 150 kilómetros o 120 kilómetros de saneamiento; la creación de 17.000 empleos, gracias a la inversión de “45 millones en ayudas directas” para ello; la remodelación de los mercados, la creación, o reforma de 130 parques y jardines o la plantación de más de 4.000 árboles.
Caballero destacó, tras la proyección de un vídeo en el que se mostraba la nueva cara de Vigo, que en estos años “se han destinado más de 50 millones de euros a la Cultura”, la misma cantidad a Educación, un ámbito en el que subrayó la convocatoria de 5.000 becas de comedor al año o 1.000 becas de libros; los más de 150 millones de euros destinados a políticas sociales, o los 84 millones de euros de ayudas a los viajeros de Vitrasa que, comentó, ha mantenido congelado su billete durante tres años, “renovando la flota, aumentando las líneas, aumentando la frecuencia y mejorando la puntualidad”.
El alcalde se detuvo en el hecho de que Vigo haya obtenido 4 ‘Escobas de Platino’ como premio a su limpieza; la mejora de la seguridad, con el descenso del número de delitos, gracias a la incorporación de nuevos agentes o la renovación del parque móvil municipal; también reivindicó la labor en el ámbito deportivo, con una inversión de 75 millones de euros en instalaciones deportivas, escuelas o competiciones.
Y todo esto, reiteró, “lo hemos hecho al mismo tiempo que el Concello de Vigo se ha situado como el menos endeudado de España. Vamos camino de la deuda cero y teniendo la carga fiscal por habitante más baja de todo el Estado”.
No hubo, eso sí, tiempo para el mínimo esbozo de autocrítica: en 7 años todo se ha hecho sin errores, desde la aprobación de otros tantos presupuestos, hasta el diseño de las calles, pasando por la nueva estación del AVE o la depuradora, “gracias a la gestión de Elena Espinosa”, la que fuera ministra de Agricultura, Pesca y Medioambiente y que estuvo presente en el acto.
Tampoco hubo espacio para la humildad, que bien podría representar una figura similar a la de aquel esclavo que, en la antigua Roma, sostenía sobre la cabeza del general victorioso, mientras este franqueaba con su cuadriga la entrada de la ciudad, una corona de laurel al tiempo que, desde su segundo plano, le susurraba al oído “sólo eres un hombre, toda gloria es efímera”.