En el mismo texto en el que este jueves se ha aprobado– por el procedimiento de urgencia, en apenas dos semanas, cuando no se había hecho antes en 39 años- el aforamiento del anterior Jefe del Estado, de su mujer y de la mujer y la hija mayor del actual monarca, el Gobierno ha colado, sin debate, una modificación para nombrar jueces suplentes en los juzgados.
Hasta ahora estos nombramientos se hacían por puntos, es decir, la sustitución salía a concurso abierto, al que podía presentarse cualquier juez, y se otorgaba a quien más puntos tuviese. Ello dejaba al margen cualquier clase de influencia política sobre estos nombramientos.
Eso ha cambiado desde ahora. Según el nuevo sistema es el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)- cuyos miembros son elegidos por los partidos y que actualmente tiene mayoría de jueces nombrados por el PP- el que cubra estas vacantes, al margen de los puntos que pudiese acreditar cualquier magistrado, de su experiencia, de su capacidad o sus méritos dentro de la carrera judicial y, encima, sin convocar ni dar publicidad alguna de la existencia de esa vacante.
¿Qué significa esto en la práctica? Pues que el Gobierno y el partido que lo sustenta podrá controlar la designación de estos jueces sustitutos, algo especialmente importante en el caso del Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional…¿se habría hecho cargo el juez Ruz del ‘Caso Bárcenas’ si ello hubiese dependido del Gobierno y del Partido Popular?