Científicos americanos han descubierto que en la amistad, las personas se parecen genéticamente. Los amigos pueden estar relacionados con primos lejanos o compartir antepasados como los tatarabuelos, por ello el 1% de sus genes serían iguales, según la investigación de las universidades de California y Yale.
Las conclusiones se extraen después de analizar el genoma de 1,5 millones de semejanzas genéticas entre grupos de amigos, basándose en el conjunto de datos de mayor tamaño de ciudadanos europeos, el Framingham Heart Study. En total, más de 1.900 participantes fueron comparados con amigos sin parentesco y desconocidos, teniendo en cuenta sus antecedentes familiares.
Los resultados muestran una serie de ventajas evolutivas. El docente de Genética Médica y Ciencias Políticas de la Universidad de California, James Fowler, declaraba que “tenemos más ADN en común con la gente que tomamos como amigos de lo que nos parecemos a extraños en la misma población“. En el hallazgo ha sido publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
