Puede ser que Hamilton no sea campeón del mundo este año, pero no será por no intentarlo. El piloto de Mercedes ha hecho una carrera prodigiosa este domingo en Hockenheim. Saliendo prácticamente desde el final de la parrilla, fue recuperando posiciones para subir hasta los puestos de podio y evitar que la ventaja de su compañero de equipo, Nico Rosberg, que lidera la clasificación de pilotos, le sacara más puntos en la pugna que ambos mantienen por el titulo.
Ferrari siguió mostrando su auténtica cara, la que describió Nicki Lauda diciendo públicamente lo que todo el mundo piensa: “han hecho una mierda de coche”. Y eso que Fernando Alonso se benefició del accidente de Massa en la primera vuelta- en el que voló quedándose panza arriba a la salida de la primera curva-.
Con un Willians menos, el piloto asturiano pudo mejorar algo la séptima posición desde la que salía en la parrilla, pero poco más: el coche es tan malo que a su falta de velocidad, une problemas de consumo y, encima, machaca los neumáticos.
Por delante, nada que hacer con Rosberg, ni con Bottas, ni con los dos Red Bull- y gracias a que las gomas de Ricciardo se esfumaron en las últimas vueltas- y, encima, Alonso vio como le pasaba Hamilton, que parecía más el ‘Correcaminos’ montado en un cohete de la marca Acme que un competidor en un coche de Fórmula 1.
Al final de la carrera no hubo sorpresas- ya no las habrá hasta final de una temporada en la cual la emoción se reduce a saber qué piloto de Mercedes se llevará el título, si será el primero de Rosberg o el segundo de Hamilton, todo lo demás, al menos para Ferrari, es pedir que acabe cuanto antes esta ‘vergogna’.
