Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico descartaron- a la vista de la velocidad- que se tratase de Fernando Alonso, aunque sí sospecharon que, precisamente por esa velocidad, conducía un Mercedes. Tras comprobar que el mismo iba a 211 kilómetros por hora por el tramo de la autovía A-52 Rías Baixas que pasa por Allariz- y constatar que no era Lewis Hamilton de mala leche, procedieron a darle el alto.
Resulto que el sujeto, que fue sorprendido a esa velocidad el pasado 1 de agosto, no era precisamente un chaval, sino J.C.A., de 63 años, quien además de sacarle las telarañas al radar en el kilómetro 207 de la mencionada Autovía, cometió un delito contra la seguridad vial, por lo cual fue detenido y puesto a disposición del juzgado de guardia de Ourense -que solo consideró el delito y no el hecho de que fuese imbécil- y del que salió en libertad con cargos tras prestar declaración...eso sí, tuvo que volverse a casa haciendo dedo.