Después de cuatro meses con Mario y Mikel, los pequeños que fueron a adoptar a Etiopía, las dos parejas madrileñas que estaban desde entonces en aquel país han tenido que separarse de los pequeños. ¿El motivo?, según el Ministerio de la Mujer de Etiopía (MOWA) sus adopciones no eran legales porque había sido falsificada la firma del director del orfanato en uno de los documentos que tenían que presentar a las autoridades.
El problema se complica porque el visado para permanecer en Etiopía se les agota y no parece fácil que se lo renueven, por ello han pedido al Ministerio de Asuntos Exteriores español que les ayude.
Además de la desilusión por no poder volver a España con sus hijos, está lo más duro: ver como se los llevaban después de más de 100 días a su lado, una experiencia que una pareja viguesa que ha adoptado en Etiopía califica de “terrible”. “No podemos imaginar lo que deben de estar pasando, es algo desolador…la ilusión y los sentimientos que tienes cuando están a tu lado son indescriptibles y ver cómo te los quitan debe de ser algo devastador”.
Todo el proceso se ha complicado aún más desde que estas familias están en Etiopía, en estos meses, el Ministerio de la Mujer ha dejado de gestionar las adopciones y ahora son las autoridades de cada región quienes han asumido esa competencia…y una de ellas es la que ha decidido que los niños no sigan con sus padres españoles.
La decisión, ¡cómo no! tiene trasfondo político: la región que niega el permiso es de corte nacionalista y está completamente en contra de la adopción de niños etíopes por parte de extranjeros.
Ahora todo está en manos de un juzgado estatal que, este mismo miércoles, escucharía a las partes. El abogado de los padres españoles va a esgrimir el mejor argumento para facilitar la decisión del juez: que tenga en cuenta el bienestar de Mario y Mikel.
