El 18 de agosto de 2010 se perdía la pista de la pontevedresa Sonia Iglesias. Han transcurrido cuatro años y su familia lucha por evitar que el caso quede archivado, esperando conseguir nuevas pruebas que permitan esclarecer lo acontecido.
Tanto la familia de la desaparecida como la Fiscalía, han presentado recursos ante la decisión de archivar la imputación contra el principal sospechoso Julio Araújo, solicitando que se le efectúe el test neurofisiológico P300. Esta prueba se ha ejecutado solamente a dos personas en el territorio nacional, siendo empleada en la desaparición de la mujer Pilar Cebrián y en el asesinato de la joven Marta del Castillo.
Los familiares contemplan la posibilidad de pedir la custodia del hijo de Sonia Iglesias y Julio Araújo, de 12 años de edad. Bajo el lema Todos somos Sonia, el próximo viernes 22 de agosto se convoca una manifestación con salida desde la Plaza da Ferrería (Pontevedra) a las 21:30 horas, para conseguir que la investigación permanezca en activo.