Según el estudio , ‘Jóvenes y Valores’, realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, el 81,3% de los jóvenes españoles ve admisible la “libertad total” para abortar, el 82,6% está de acuerdo con la adopción por parte de los homosexuales, y el 77,7% están de acuerdo con la eutanasia. Por el contrario, el suicidio, por el contrario, es poco o nada admisible para el 66,5% y cada vez se ve peor (0,47 puntos menos).
Junto al análisis de los valores morales de los jóvenes, el estudio ofrece un panorama de sus objetivos y concluye que el tópico del joven pasota, hedonista, egoísta y que por nada se interesa, está cada vez más alejado de la realidad, pues retrocede la importancia que le dan a cuestiones como tener mucho tiempo libre. Personas en quien confiar, buenas relaciones familiares, ganar dinero y éxito profesional son los valores que más del 93% sitúan en primer lugar.
El 56,1 % de los jóvenes –de 15 a 25 años- encuestados, considera admisible la pena de muerte para delitos muy graves: se les propuso puntuar de 1 a 10 el grado de admisibilidad de determinadas conductas sociales y el 43,9% situó la pena de muerte como poco o nada admisible -entre 1 y 4 puntos-, mientras que un 17,4% la calificó de medianamente aceptable -valores de 5 y 6- , y hasta un 38,7% la puntuó como completamente asumible -de 7 a 10 puntos-.
Sobre los temas que les interesan, los de carácter político- un 32,3% afirmó seguir los mismo- y cuestiones religiosas –apenas un 23%- ocupan los dos últimos puestos de importancia en una lista de 18 prioridades
El estudio les preguntó, también, por su opinión sobre los recortes y para ellos hay cuatro partidas presupuestarias donde estos no son admisibles: la educación, la sanidad, la promoción y creación de empleo y la “ayuda a los pobres”. Sin embargo, hay cuatro partidas que cuentan con menos respaldo: la ayuda a mujeres maltratadas, la atención a toxicómanos, la ayuda a dependientes y la cooperación al desarrollo.
En cuanto a las instituciones, las que alcanzan el mayor grado de desconfianza son los partidos políticos -72%-, el sistema financiero y bancario -67,9%- , la Iglesia católica -58,2%- y el sistema parlamentario -56,8%-. En una escala de 0 a 10, sólo pasan del aprobado en confianza el sistema educativo -6,22-, las ONG -6,17-, la información online -6,05-, las fuerzas armadas -5,64-, la policía -5,55-, los medios de comunicación -5,54- y la Unión Europea -5,24-.
A la vista de los resultados del estudio, los expertos definen hasta cinco tipos de jóvenes en España. El tipo 1 –que abarca al 22,1% de ellos- es el de los “conservadores integrados, que quieren otro tipo de sociedad pero sin revoluciones” y el Tipo 2 –el 28,2%-, el más joven, es el de personas “instaladas en el presente”, que tienden al “autismo social”, desconfían de lo público y no son incívicos.
El Tipo 3 –el 21%- es el de “los líderes del futuro, rebeldes, con causa y un tanto confusos” que saben que quieren otra sociedad, están dispuestos a trabajar por ella, pero no tienen claro el modelo, “no les gusta lo que hay y no ven muchas alternativas”. Están escorados a la izquierda y no admiten la pena de muerte.
En el lado opuesto, el Tipo 4, “el que sostiene el tópico”, los “incívicos despreocupados”, egoístas y relativistas. Son el 14,4% de la población joven. La última categoría es nueva para los investigadores y equivale al 8% de los jóvenes. Son de clase social baja y baja formación, pero muy religiosos: son los que confían más en las instituciones y los que más se posicionan en la derecha.