Finalmente, el Concello ha autorizado a la Xunta a que acometa las obras para garantizar el suministro de agua y electricidad al nuevo hospital. Según aseguró este miércoles la primera teniente de alcalde, la Xerencia de Urbanismo ha tenido que tomar esta decisión porque “la ley no puede saltársela nadie”.
Este tema ha sido especialmente controvertido puesto que tanto Carmela Silva como el alcalde siempre han afirmado que el nuevo hospital no es público, sino privado, han criticado que no se ajuste al proyecto original, que tenga menos camas de las inicialmente previstas, que no disponga de servicios “esenciales”- como el laboratorio central– o que se deje su gestión en manos de empresas privadas mientras el resto de los grandes hospitales que hay en Galicia son completamente públicos.
A ello se suma otra circunstancia: el acuerdo al que llegaron el gobierno local y el Partido Popular para aprobar los presupuestos de este año. En el mismo, los populares pusieron como una condición innegociable que el Concello diese luz verde a las acometidas de agua y luz del nuevo hospital, un tema que se trató en las negociaciones, según reconoció durante las fechas de las mismas la propia teniente de alcalde.
Una vez aprobados los presupuestos, con el acuerdo de impulsar la mejora de las redes de saneamiento y cableado en diferentes parroquias, entre ellas la de Beade, donde se ubica el Hospital Álvaro Cunqueiro, los responsables del gobierno local negaron que las acometidas de luz y agua, aprobadas este miércoles, figurasen en los mismos, y mantuvieron su opinión de que el nuevo hospital era privado, llegando a participar en varias concentraciones que exigían su gestión totalmente pública o la inclusión de las dotaciones originales.