Según desvela este miércoles el diario Expansión, el fiscal, basándose en un informe de Bankia- que fue avalado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB)- 86 consejeros y directivos de Caja Madrid pudieron usar tarjetas de empresa para fines privados.
Hay que recordar que el Gobierno, a través del FROP, aprobó destinar un total de 20.000 millones – casi 6 veces los recortes en Educación, Sanidad, Dependencia todos juntos- a reflotar la entidad que estuvo presidida por el ex vicepresidente de Aznar, Rodrigo Rato y su íntimo amigo, Miguel Blesa, ambos imputados.
La Fiscalía señala que el uso de las tarjetas no parece tener que ver con gastos de representación del banco puesto que muchos de los cargos señalan compras en alimentación, tiendas de ropa, grandes superficies o retiradas de dinero en cajeros. Y no solo eso: algunos de estos directivos tenían otra tarjeta, y siguieron usándolas una vez cesados de su cargo, y el banco asumió los pagos.
En total, estos sujetos se gastaron, entre 2003 y 2012, con esas tarjetas, un total de 15,5 millones de euros- para los amamantes de las desaparecidas pesetas casi 2.600 millones-. Varios de ellos superaron los 200.000 € de gasto y, en la mayoría de los casos el gasto medio anual se movía entre 40.000 y 50.000 € -solo con la tarjeta, aparte de su sueldo, dietas, bonos, beneficios y demás-. Para hacerse una idea, cada uno de ellos dispuso, al año, del equivalente a dos veces y media lo que gana una persona normal.
Entre los que más usaban estas tarjetas están el ex director general de la entidad, Ildefonso Sánchez Barcoj -484.200 €, al margen de los 600.000 que cobraba al año (que antes de que se limitasen los sueldos era el doble), de tener a su mujer en el banco y de ser indemnizado, cuando le despidieron, con 300.000 € más– ; el ex consejero, de Izquierda Unida, José Antonio Moral Santín -456.500 €– a los que se sumarían los 526.000 € anuales de nómina; el ex director de organización y medios, Ricardo Morado -448.300 euros, al margen de los más de 6,2 millones que percibió durante su etapa en la entidad; y el ex presidente de la caja, Miguel Blesa -436.700 €-, imputado por su posible implicación en créditos irregulares al Grupo Marsans y la compraventa del City National Bank of Florida.