A los ciudadanos les escandaliza que los ex consejeros de Bankia se gastasen casi 16 millones de euros con tarjetas de crédito- para gastos propios, como 750.000 € en trajes, hasta 800 € diarios en comida, compras en grandes almacenes, regalos o, simplemente, yendo al cajero y sacando millones de euros en efectivo– pero al presidente del Gobierno parece darle igual.
Este sábado, Rajoy no ha dicho una sola palabra sobre el tema, y eso que además de los cuatro miembros del Partido Popular que han sido cesados o han dimitido por este asunto en los últimos días – José María Buenaventura, del ministerio de Hacienda; Pablo Abejas, director general de Economía en la Comunidad de Madrid; Manuel Rodríguez y Carmen Cafranga- hay otros pesos pesados implicados, como su compañero en los gobiernos Aznar, Rodrigo Rato o, ya más cerca en el tiempo, el también imputado Miguel Blesa ex presidente de la entidad.
En la clausura de la XXI Interparlamentaria del PP, en Guadalajara, Mariano Rajoy solo ha hablado de economía, de recortes- que él llama ‘reformas’- y, por supuesto de lo que le sirve, a él y al president de la Generalitat para tapar sus respectivas gestiones –con privatizaciones, millones de personas bajo el umbral de la pobreza o jubilados y enfermos desatendidos-: el tema de Cataluña.
A este respecto, el presidente del Gobierno, que no se refirió a la manada de sinvergüenzas que había en Bankia- de su partido, del PSOE, de IU, y de CCOO y UGT, esas organizaciones que siguen llamándose ‘sindicatos’- sí se acordó de Mas a quien acusó de querer “acabar con el sistema”…sobre la devolución de ese dinero que se llevaron los consejeros de una entidad a la que se le inyectaron más de 24.000 millones de dinero público…Rajoy no tiene nada que añadir.
