La única persona contagiada por el ébola, la auxiliar de enfermería, Teresa Romero, ha mejorado ligeramente, no presenta fiebre y ha descendido la carga del virus en la sangre, lo que podría suponer que su cuerpo empieza a generar anticuerpos, o pueda tratarse por los tratamientos suministrados. Teresa está recibiendo una versión del Zmapp, un antiviral y los anticuerpos de la religiosa Paciencia, que superó la enfermedad.
A mayores, 15 personas están ingresadas en planta por vigilancia activa, sin padecer síntomas de la enfermedad. Una enfermera, ingresada en el hospital madrileño Carlos III por haber estado en contacto con el religioso Manuel García Viejo, ha recibido el alta hospitalaria por no dar positivo en la segunda prueba. La mujer seguirá en vigilancia de modo pasivo hasta finalizar el periodo de la cuarentena, el 16 de octubre.
En Santander, el primer análisis efectuado a una mujer ingresada en el Hospital Valdecilla, por sospecha de infección del ébola, ha sido también negativo. El resultado tendrá que ser validado en un segundo análisis por protocolo, que establece que son necesarias 2 muestras negativas entre 48 horas, para que no exista la infección.
Tras la visita al Carlos III de los Expertos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), han concluido que las instalaciones del centro de salud no están diseñadas para cubrir las emergencias del brote del ébola. El jueves se ha convocado una reunión extraordinaria en Bruselas, para coordinar el control de los pasajeros en los aeropuertos, con vuelos que procedan del continente africano.