A la vista de los datos que apuntan a un incremento del 43% de la inmigración neta en Reino Unido– todo lo contrario de lo que los conservadores prometerían cuando ganaron las elecciones comprometiéndose a reducirla- el primer ministro británico, ha anunciado este viernes una serie de medidas para limitar la inmigración europea.
David Cameron propone dar a ciudadanos de la Unión Europea un plazo límite de seis meses para encontrar trabajo y si no lo logran deberán abandonar el país. Cameron ha planteado el requisito de residir en Reino Unido durante cuatro años para beneficiarse de ciertas ayudas estatales, como créditos fiscales o el acceso a viviendas sociales.
El jefe del Gobierno ha añadido, “debemos, además, afrontar esta situación extraordinaria en la que es más fácil para un ciudadano de la UE traer una esposa extracomunitaria a Reino Unido de lo que lo es para un ciudadano británico”, ha explicado. En la actualidad, según ha contado, “cuando un británico quiere traer a su país a su pareja iberoamericana tiene que demostrar que tienen un mínimo de ingresos y que sabe hablar inglés, obligaciones que no se exigen para el resto de ciudadanos comunitarios…la legislación de la Unión Europea supone que no podemos exigir estos requisitos a los inmigrantes de la UE: sus parejas pueden venir directamente a nuestro país sin los controles adecuados en absoluto”.
Cameron podría advertir en pocos días, por primera vez, que si Bruselas no atiende a sus peticiones estaría dispuesto a hacer campaña por la salida de la Unión Europea en el referéndum que ha prometido celebrar en 2017, si su partido gana las elecciones generales del próximo mes de mayo.