La defensa de la madre de Asunta Basterra ha incorporado al sumario un informe pericial que rebate la hora y la causa de la muerte de la menor- que se refleja en la autopsia oficial- encontrada muerta en una pista forestal del del concello de Teo en septiembre de 2013.
Los padres de la pequeña, Rosario Porto y Alfonso Basterra, están en la prisión coruñesa de Teixeiro acusados del asesinato de la menor a la espera de que se fije fecha para el juicio, cuya instrucción ya está finalizada.
Asunta, de 12 años, murió el 21 de septiembre de 2013 y las pruebas determinaron que la muerte se había producido por asfixia y que, anteriormente y durante meses, la niña había ingerido un medicamento, Orfidal, que anuló su voluntad antes de ser asesinada.
La madrugada del 22 de septiembre, dos hombres que circulaban por una pista forestal de Teo avisaron de que habían encontrado el cuerpo sin vida de una niña que vestía pantalón corto y camiseta y estaba descalza.
Durante las primeras horas, los investigadores con el entonces titular del Juzgado de Instrucción 2 de Santiago, José Antonio Vázquez Taín, al frente determinaron que la niña había fallecido en otro lugar y que no había sufrido agresión sexual.
Las inconsistencias detectadas por la Guardia Civil en las declaraciones de los padres de la niña sobre los últimos movimientos de Asunta y las primeras pruebas llevaron al juez a ordenar a la madre de la pequeña, Rosario Porto, el día 24 de septiembre, dos días después de la localización del cuerpo. Alfonso Basterra, su padre, fue detenido veinticuatro horas más tarde, tras un registro en una de las viviendas de su ex mujer en la que los agentes creen que se produjo la muerte.
Al denunciar la desaparición de la niña, Rosario Porto, acompañada de Basterra, aseguró a los agentes que había salido de su casa el día 21 de septiembre sobre las 7 de la tarde, dejando a la Asunta en casa. Al volver, algo más tarde de las 9 y media de la noche, la niña ya no estaba y declaró que creyó que había ido andando a casa de su padre, a pocos metros de distancia.
Según contó Rosario Porto, en su primera versión, pasado un tiempo se puso en contacto con su ex marido y, al confirmar que la menor no estaba con él, acudieron a denunciar su desaparición. La madre de Asunta contó también a la Guardia Civil un estrambótico acontecimiento ocurrido semanas antes en su casa: supuestamente un desconocido había entrado y tratado de matar a la niña, aunque no lo denunció a la policía.
Sin embargo, las imágenes de distintas cámaras de seguridad de Santiago grabaron a Rosario Porto en compañía de Asunta a una hora en la que, según sus palabras, estaba sola en casa. Además, ambas aparecen esa tarde en el coche de la madre en dirección a Montouto, en Teo, donde Rosario Porto tiene un chalé en el que la policía cree que se produjo el asesinato.
Los investigadores centraron sus pesquisas en los pisos de los padres y en el chalé de Teo en el cual encontraron, entre otras pruebas, trozos de una cuerda naranja que también se encontró junto al cuerpo de Asunta y que, presumiblemente, se utilizó para atarla.
Todas las sospechas se centraron en los padres después de que Rosario Porto no mencionase en un primer momento haber acudido al chalé-a poca distancia de donde se localizó el cuerpo- en la tarde que supuestamente desapareció la menor. Sin embargo, los vecinos la vieron salir de la casa poco antes de las 9 de la noche y las cámaras la grabaron antes, en el coche, con Asunta, dirigiéndose hacia allí.
A todo ello se suma la sedación que, según los forenses se produjo, al menos, durante tres meses durante los cuales la niña ingirió Orfidal, un medicamento recetado a su madre y comprado por su padre.
El juez Vázquez Taín decretó, entonces, prisión provisional para Rosario Porto y Alfonso Basterra, a los que acusó primero de homicidio y posteriormente de asesinato. A pesar de los recursos presentados, tanto ante el juzgado como ante la Audiencia Provincial, por sus defensas reclamando su excarcelación, todos han sido rechazados, el último esta misma semana.
