La de este jueves es la última imagen de Alfonso Guerra sentado en el único escaño que ha tenido dueño desde las cortes constituyentes, hace 37 años. Esos son los que Guerra lleva sentado en el Congreso, como diputado por Sevilla, cargo que ha compatibilizado con otros, como el de vicepresidente del Gobierno- de 1982 a 1991- o vicesecretario general del Partido Socialista, durante casi 20 años- de 1979 a 1997.
Guerra, que siempre dijo que no se eternizaría en los cargos públicos, ha estado casi 40 años en el Congreso, pero se acerca a los 75 y tras medio siglo en la política, ha decidido decir adiós, tras haber ocupado la presidencia de la Comisión Constitucional- la legislatura pasado, y la de Presupuestos, ésta.
En 2008, Guerra ya se había planteado irse, y lo mismo en 2011, pero le pidieron que siguiese…hasta que comunicó al partido que lo dejaba a final de este año porque, como dijo a los periodistas, “este es el momento”.
A diferencia de Felipe González y de otros tantos que se sentaron con él en el Consejo de Ministros o en el Congreso, y que presumían de ser tan o más socialistas que él, Alfonso Guerra se jubila, no se va a ningún consejo de administración ni ocupará otro cargo público: se queda con la pensión de ex diputado y con su puesto de la Fundación Pablo Iglesias y del patronato de la Fundación Sistema, que edita la revista Temas, ambas ligadas al PSOE, por los que no cobra.
