El juez José Castro ha decretado este lunes la apertura del juicio del caso Urdangarin y ha decidido que Cristina de Borbón, debe sentarse en el banquillo de los acusados ante un tribunal que la juzgará como cooperadora necesaria en los delitos fiscales de su marido. El instructor considera que la hermana del Rey debe ser juzgada para que ante un tribunal se diriman los supuestos indicios de dos delitos fiscales, en un papel de cooperadora de los mismos fraudes, en 2007 y 2008, de los que se acusa a su marido. La vista oral puede celebrarse en la segunda mitad de 2015 en la Audiencia de Palma. Castro pide a la duquesa de Palma 2,6 millones de euros de responsabilidad pecuniaria. Cristina de Borbón se sentará en el banquillo junto a 16 personas más, entre ellas, su marido.
El juez Castro mantiene el criterio que expresó en 2013 cuando dictó la primera imputación contra la hermana del Rey y aunque en un principio la Audiencia de Palma decidió retirar dicha imputación, este mismo año, los tres magistrados del Tribunal coincidieron con las tesis del instructor al encausar a Cristina de Borbón por dos supuestos delitos contra la Hacienda pública.
Castro no ha considerado los argumentos defensivos del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, de la Abogacía del Estado y de los letrados de Cristina de Borbón. Ambos mantenían que no había indicios delictivos contra ella y pedían la aplicación –a su favor- de la ‘doctrina Botín’, del Tribunal Supremo: si no acusan la fiscalía y la abogacía estatal en un delito que se refiere al Estado, este no puede juzgarse.