Esta es la situación: el 15 de octubre, decenas de agentes de la Policía Nacional- la mayoría viajando desde Madrid- completan la ‘Operación Cuarzo’ e intervienen 20.000 prendas de ropa y calzado en el Mercado de A Pedra, se realizan varias detenciones, la titular del juzgado de Instrucción número 3 de Vigo imputa a varios de ellos por delitos de blanqueo de capitales y contra la propiedad industrial y decreta el cierre cautelar de 36 locales en los cuales fue encontrada a la venta la mencionada mercancía falsificada.
Como informaba vigoalminuto el pasado día 22, la jueza instructora sigue a la espera del informe pericial correspondiente para determinar la falsedad de las prendas incautadas…pero no ha dejado a los comerciantes reabrir sus negocios…y ya han pasado 72 días durante los cuales los estas personas-de las que dependen 60 familias- no han podido trabajar.
A día de hoy, ninguna de ellas ha sido condenada o siquiera juzgada y, pese a ello, sus negocios siguen cerrados y ellos siguen sin tener ingresos. Por este motivo, este viernes, se han concentrado ante la entrada del Mercado para pedir que les dejen volver a sus negocios.
Como explicó el gerente de Vigovello, “la situación se está volviendo insostenible para muchas de estas familias” que, ha repetido, están dispuestas a hacerse cargo de las responsabilidades que pudieran derivarse del juicio, pero que han solicitado a la jueza que tenga en cuenta la “penosidad extrema” en la que están algunas de estas personas que “desde hace dos meses y medio no tienen ingreso alguno”.
Anxo Méndez ha enfatizado que mantener sus negocios cerrados significa un castigo “desproporcionado”, considerando que no han sido juzgados ni condenados, “puesto que se les está impidiendo vivir de su trabajo y llevar dinero a casa”. Además, Méndez, ha reconocido que el cierre de los negocios de A Pedra ha supuesto una “considerable” merma de ingresos para el resto de los establecimientos del Casco Vello, “teniendo en cuenta la importancia turística de este mercado”, que es conocido en toda España y en el que todo el mundo sabe, desde hace décadas, qué es lo que se vendía y a qué precios.
“Entendemos que una actuación de este tipo lleve estas consecuencias, y sabemos que se necesita un plazo de tiempo instruir las diligencias oportunas y buscar las responsabilidades…pero ya han pasado más de dos meses y medio, han perdido las ventas de Navidad y en enero empieza la temporada baja, la cuesta de enero, que va a ser especialmente dura para estos comerciantes”.
Por ello, para pedir a la juez que tenga en cuenta su situación y el hecho de que ninguno de ellos ha sido condenado o juzgado por los hechos que se les imputan, seguirán concentrándose cada viernes, al mediodía, exigiendo que les permitan abrir sus negocios y poder “volver a la actividad comercial que llevan ejerciendo desde hace muchísimos años”.
