Está lejos…pero puede dar ideas a alguien cuando abra sus regalos: un hombre del condado de Blekinge, en el sur de Suecia, se quedó tan indignado con el regalo de Navidad que le hizo su madre, un suéter naranja, color que no le gusta nada, por lo que decidió denunciarla, según informa el periódico ‘Kvälls Posten’, que no aclara si este buen hombre había empezado ya con el ponche anterior a las campanadas o si volvía de recoger de esas setas que hacen ver la música y oír visiones.
La Policía sueca, que además de profesional es muy paciente- y no realizó la prueba de alcoholemia al sujeto-, se vio obligada a registrar la denuncia, aunque aseguró que…bueno, no es que el caso vaya a ser investigado por sus mejores hombres-ni por los peores-. Además, el comandante de la Policía de Blekinge, un témpano llamado Malin Binder Born, desplegó todo su autocontrol y evitó descojonarse mientras declaraba al citado periódico, “regalar un suéter naranja no es un crimen”…aquí, tenemos que decírselo, comandante Malin, también ha dejado ver algo de falta de conocimiento de la criminología internacional: regalar un suéter naranja cuando se paga con una tarjeta de crédito que puedes utilizar a tu antojo, sin decirle a Hacienda que con ella pagas en un burdel, compras tangas de 200 €, Johnnie Walker diamond jubilee, a 300 € el grolo, o sufragas una matanza de antílopes en el Cuerno de África…pues, si, comandante, es delito…se lo decimos porque el que ‘a blesa no es traidor’.
