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El monitor de Lloret de Mar confiesa que abusó sexualmente de 17 menores de entre 4 y 9 años de edad

El monitor de Lloret de Mar ha confesado este lunes, durante el juicio en la Audiencia de Girona, haber abusado sexualmente de 17 menores entre los años 2011 y 2012. Además ha afirmado haber hecho una felación a uno de estos niños y haberlo grabado en vídeo. La acusación particular mantiene su petición de 88 años de cárcel, mientras que la defensa pide 28 años, alegando la voluntad de confesión.

El acusado, Josep C.E., ha reconocido haber realizado tocamientos a estos menores, de entre 4 y 9 años, durante actividades extraescolares, por los que la fiscal pide que se le condene a 105 años de prisión y a pagar una indemnización de más de 108.000 €.

Además de los 17 delitos de abusos sexuales- siete de ellos de manera continuada- la fiscal le acusa de otro delito de abuso sexual con penetración bucal, y de dos delitos por tenencia y elaboración de pornografía infantil, ya que la policía encontró en su casa material pornográfico y, en su teléfono móvil, el vídeo donde aparece haciendo esta felación.

Durante su declaración ante el juez, el acusado, que está en prisión desde 2012, ha reconocido haber tocado los genitales a estos niños por encima o por debajo de los pantalones, encontrándose a solas con ellos, durante las actividades extraescolares que impartía en el colegio Àngels Alemany de Lloret y en las de verano e invierno que organizaba en el municipio contratado por el Ayuntamiento.

Después de esta confesión, las partes han renunciado a la declaración de las víctimas y los testimonios, por lo que los menores no han llegado a declarar, y el caso ha quedado visto para sentencia.

Los psiquiatras citados por la defensa han asegurado que el acusado padece un trastorno de personalidad provocado por dos accidentes que sufrió de joven que podrían alterar su comportamiento y despertarle conductas pedófilas.

Se refieren a una caída en bicicleta que el acusado sufrió a los 13 años y a una intoxicación por monóxido de carbono, que según los peritos lesionaron parte de su cerebro e le impiden controlar algunos de sus actos aunque sea consciente que son ilegales.

 

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