Asimismo lo ha dicho…y ante una juez. El ex molt honorable afirmó que ocultó durante años-casi 40- la fortuna que le legó su padre, Florenci, porque tenía “miedo” de la repercusión mediática negativa que ello acarrearía, y ha argumentado que confesó en julio pasado, no porque se viese presionado o porque se conociesen los supuestos chanchullos de sus hijos, no, lo hizo con un “propósito ético”…no ha trascendido si con el mismo propósto pagará a Hacienda, como todos los demás ciudadanos, o seguirá manteniendo que el supuesto delito ha prescrito.
En su declaración, este martes, como imputado por blanqueo de capitales y delito fiscal, Jordi Pujol ha reconocido que conocía el origen de esta fortuna desde los años 60, pese a que su padre llevó el asunto con un “gran secretismo”, y que él, desde un primer momento, se desentendió totalmente de los fondos, hasta el punto de que ignoraba en qué país y en qué banco estaban ingresados.