La ministra de Fomento, el presidente de la Xunta, el de la Diputación, además de los alcaldes de Vigo, Redondela, Cangas y Moaña, asistieron este viernes a la colocación de la primera piedra de la ampliación de Rande. El puente, de 1,5 kilómetros de longitud, tendrá, si se cumplen los plazos, tres carriles en cada sentido a partir del verano del año 2017, cuarenta y cuatro años más tarde de que se iniciara su proyecto de construcción, en 1973, como recordó el presidente Feijóo.
Rande entró en servicio hace 34 años, en 1981, una vez que se terminaron también los tramos terrestres de enlace con Vigo y Pontevedra, y tiene un tráfico diario que supera los 25.000 vehículos al día, tráfico que se mantendrá durante las obras de ampliación, como subrayó la ministra Pastor.
La obra, con un presupuesto de más de 143 millones, implicará construir sendas plataformas exteriores a ambos lados del puente actual para añadir un carril más en cada sentido. El tramo sur de la ampliación se dividirá, a su vez, en dos ramales: uno que enlazará directamente con la A-52 y otro que se dirigirá hacia Peinador, además, incluye la mejora de los accesos en Teis y Moaña.
La ministra de Fomento afirmó que el de “hoy es un día importante muy importante para Galicia. Es un avance importante para la vertebración y el progreso del área de Vigo”, recalcó que la obra, además de tener la mínima incidencia sobre el tráfico, también será respetuosa con el medio ambiente y subrayó que la complejidad de esta reforma la hacen “única en el mundo” por lo que se refiere a un puente atirantado. Hay que recordar que la ampliación implicará casi duplicar el número de tirantes que tienen Rande en la actualidad, llegando a los 160, y asentar los nuevos carriles por el exterior de los pilares que sostienen el puente en la actualidad.