El hospital privado Povisa ha despedido a 10 celadores y 3 empleados del archivo clínico, como parte de las medidas de ajuste que aseguró que emprendería. Estos despidos, según ha indicado la empresa, se han realizado para mejorar la eficacia del hospital y adaptar los turnos a la demanda de jornadas reducidas por guarda legal.
El despido delos celadores, de acuerdo con el hospital, está motivado por la asunción de sus tareas por parte de “personal sanitario cualificado” y al hecho de que muchas de sus funciones han perdido su contenido.
Por lo que se refiere a los trabajadores del archivo, los despidos se deben a la nula carga de trabajo, “derivada de la progresiva implantación, desde el año 2009, de la historia clínica electrónica”.