La presidenta del Comité de Personal de Povisa, Chus Neira, y dos miembros más del mismo, Carmen Couto y Eduardo Davila, iniciarán este martes por la mañana una huelga de hambre indefinida, que tienen intención de seguir, “mientras aguantemos o hasta que la dirección se siente a negociar”.
De ello informaron este lunes en rueda de prensa en la que aseguraron que esta era la “última opción” para parar los despidos en el centro clínico privado, despidos que en los últimos años ya han afectado a 75 trabajadores- contando los últimos 13 anunciados por la empresa-.
Esta huelga de hambre-apoyada por todas las centrales del comité, excepto por Comisiones Obreras- servirá, además, “como todas las movilizaciones que hemos realizado”- para denunciar que Povisa no está cumpliendo con el convenio firmado con el Servizo Galego de Saúde (Sergas), dependiente de la Xunta, y que establece una serie de condiciones que tienen que cumplirse, “las mismas que se aplican en la sanidad pública”, entre ellas las referida a criterios organizativos, que Povisa “no respeta”, como ha señalado Neira, empezando por el número de celadores que, tras los últimos despidos supondrán una merma importante en la calidad de la asistencia como que solo haya dos para el turno de noche de todo el hospital, “mientras que en el Xeral hay 16 y en el Meixoeiro 15”; o que los pacientes tengan que “esperar una hora para ser acostados” o que “los dejen hasta un cuarto de hora en la ambulancia porque no hay quien pueda sacarlos de ella”.
A ello se suma, subrayaron, la falta de personal a determinadas horas- de 8 a 9 de la mañana, de 2 a 4 de la tarde de 8 a 10 de la noche o de 2 a 6 de la madrugada-o el incremento de las listas de espera quirúrgicas, “y es que aunque Povisa es el que tiene mayor lista de espera de Galicia, la dirección redujo la jornada del personal de quirófanos”.
Tampoco se cumple la normativa sanitaria, afirmaron los integrantes del comité, en la misma se especifica que los auxiliares de enfermería no pueden hacer funciones de celadores, entre ellas llevar las camillas, “algo que están haciendo en la actualidad”.
Con esta huelga de hambre, enfatizó Chus Neira, “exigimos a la Xunta que medie para que esta situación se arregle…debe de prohibir estos despidos” y de eso esperan poder hablar con la delegada del Gobierno gallego en la ciudad, María José Bravo Bosch quien, “para nuestra sorpresa nos ha convocado a una reunión el miércoles, después de años de negarse a recibirnos…esperamos que esa reunión no sea solo para hablar con nosotros y que se comprometa a hacer esa mediación y a parar los despidos”.
De la misma manera, el Comité espera la llamada que prometió hacerles Abel Caballero, “quien dijo que nos apoyaría y ni nos ha recibido aún”.
La intención es que la huelga de hambre pueda hacerse dentro del hospital, “para que la gente vea cuál es la situación real en la que estamos”, aunque si no se les permite, el Comité está tramitando un permiso para poder colocar una caravana delante de Povisa y que los pacientes y los ciudadanos conozcan el motivo de su protesta.