La presidenta del comité de personal de Povisa, Chus Neira; la delegada de CIG, Carmen Couto; y el delegado de SGPS, Eduardo Davila, empezaron este martes, como anunciaron ayer, una huelga de hambre para exigir que el hospital privado paralice el despedido de los 13 trabajadores -10 celadores y tres empleados de archivo clínico- que se el próximo día se quedarán en la calle.
El comité ha insistido, de nuevo, en que “el Sergas y la Xunta tienen que intervenir en el conflicto laboral del hospital”, según ha enfatizado su portavoz, Ruth Vallejo, el Gobierno gallego “debe preocuparse por lo que pasa en este hospital”, puesto que, ha subrayado, “los recortes de personal, y la precarización laboral afecta a la calidad de asistencia de los pacientes”.
Vallejo ha pedido la mediación de la Xunta para que este conflicto “no se quede en manos de la empresa porque, si es por la dirección de Povisa, los tres en huelga se pueden morir de hambre”. El Comité ha insistido en que Povisa incumple el convenio firmado con el Servizo Galego de Saúde y tampoco respeta los ratios de personal de la normativa sanitaria, como expondrán los miembros del mismo, este miércoles, a la delegada del Ejecutivo gallego en Vigo, María José Bravo Bosch.
Los tres trabajadores en huelga se han sometido a los primeros controles de salud y sus médicos les han advertido que desde el tercer día en huelga de hambre, pueden empezar a notar los efectos del ayuno.
De momento, Chus Neira, Carmen Couto y Eduardo Davila están en la entrada del hospital, pero si la dirección de Povisa no les consintiese seguir ahí, dispondrán de una caravana y tiendas de campaña acomodarse en la calle.