Cientos de personas esperan este lunes a las puertas de la catedral de Leicester para ver el ataúd con los restos del rey inglés Ricardo III (1452-1485), que este domingo recorrieron en procesión fúnebre el centro histórico de la ciudad británica como anticipo del entierro oficial, que será este jueves.
Alrededor de dos mil personas están haciendo una fila de alrededor de cuatro horas de espera para contemplar el féretro de madera con los huesos del monarca.
Ricardo fue el último rey inglés que murió en el campo de batalla, hace 500 años, y las noticias que se tenían sobre este monarca se las debemos, en buena parte William Shakespeare, que lo describió como un tirano monstruoso que asesinó a dos príncipes en la Torre de Londres y murió luchando contra su eventual sucesor, Enrique Tudor, en la batalla de Bosworth Field, ocurrida en el centro de Inglaterra en 1485.
Un equipo de arqueólogos e historiadores de la Universidad de Leicester, dijeron que las evidencias mostraron que un esqueleto que se encontró en 2012, durante las excavaciones de un convento medieval bajo un estacionamiento en la ciudad, era en realidad el del desaparecido Ricardo, que ahora está siendo tratado a cuerpo de rey después de pasarse cinco siglos ‘aparcado’ en una esquina.