Los once detenidos por presunto yihadismo este miércoles en varias localidades catalanas tenían la “voluntad” de atentar en Cataluña, donde formaban parte de una célula organizada que captaba a jóvenes, los radicalizaba y los enviaba a Siria e Irak para luchar junto al Estado Islámico.
Los detenidos son diez hombres -uno menor de edad- y una mujer, de entre 17 y 45 años y nacionalidades española, marroquí y paraguaya, y cinco de ellos son “conversos que habían asumido la fe islámica en su proceso de radicalización”, según ha explicado el conseller de Interior, Ramon Espadaler, en rueda de prensa.
En el marco de la operación, que está bajo secreto de sumario, se han realizado siete registros en Terrassa, cuatro en Sabadell, dos en Barcelona -uno en el distrito de Sants-, dos en Valls (Tarragona) y uno en Sant Quirze del Vallès: “La intención de atentar en Cataluña ya había quedado probada antes de las actuaciones de esta madrugada”, ha apuntado Espadaler.