Esto ha pasado, no en un país del tercer mundo o en una dictadura bananera, sino aquí al lado, en uno de los países de la Unión Europea: en Portugal. Dos enfermeras de Oporto han denunciado que fueron obligadas por médicos a sacarse leche delante de ellos para justificar que de verdad tenían derecho a las horas de las que disponen para lactancia.
Ambas enfermeras no trabajan en el mismo hospital, lo que hace que la sociedad portuguesa crea que se trata de un hecho generalizado: una de ellas forma parte de la plantilla del Hospital de San Antonio y otra del Hospital de San Juan…además, cada una de ellas denunció por su cuenta lo que les había pasado.
¿Qué ocurrió con esa denuncia?…pues que las autoridades les dijeron lo mismo: que si vuelven a pedirles que hagan esto, se nieguen a sacarse leche.
Anjos Teixeira, una de las enfermeras afectadas ha declarado al diario portugués Público que sabe que la ley no la obligaba a sacarse la leche delante de los médicos, sino solo a entregar todos los meses una declaración médica a partir de que su hijo cumple un año para mantener las dos horas de reducción de jornada laboral. Sin embargo, a pesar de ello lo hizo por miedo a perder la reducción de jornada por lactancia, “me sentí completamente violada…esto no es ético, es humillante”, ha declarado.