El ministro de Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, ha renunciado a su cargo y no formará parte del nuevo Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Se trata de una buena noticia para la democracia y para el respeto de los derechos humanos, puesto que Lieberman fue acusado, en su día, de haber formado parte del partido Kach, ilegalizado en 1988 por sus posturas manifiestamente racistas y anti-árabes, que figura en la lista de organizaciones terroristas del gobierno de los Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá.
Además, este individuo defendió públicamente, en 2002, bombardear Teherán, la presa egipcia de Aswan, y Beirut, asesinar a Yasir Arafat y aplastar Cisjordania. Reclamaba “No dejar piedra sobre piedra… destruir todo”, incluidos objetivos civiles, como centros comerciales, bancos o gasolineras.