El 69% de los directivos españoles justifica el soborno y la corrupción como práctica para generar nuevos beneficios de manera rápida. Esa es una de las conclusiones sobre fraude y corrupción en 38 países elaborado por Ernst & Young (EY). España es el segundo país de la Unión Europea (UE), junto con Grecia, en cuanto a la generalización de la corrupción.
Los datos en España superan a la media de Europa Occidental, donde el porcentaje se sitúa en el 35% y por encima también de países con mercados emergentes (61%). Además, esta percepción ha aumentado un 4% respecto a la registrada en España en 2013.
España es el segundo país de la Unión Europea (UE), junto con Grecia, en cuanto a la generalización de la corrupción. En primer lugar se sitúa Portugal, con un 82% y, en el otro extremo, Dinamarca, con un 4%.
El uso de sobornos como recurso para hacer negocios ha sido justificado por un 46% de los encuestados en España, si esto contribuye a la supervivencia del negocio. En esta línea, los preferidos son los regalos personales (34%), seguidos de los regalos relacionados con el ocio (31%) y de los pagos en metálico (16%).