Las personas enfermas y pobres de Vigo, que estaban siendo atendidas en un autobús en la rúa Jacinto Benavente, dentro do programa Sísifo de Érguete- antes Sereos do Casco Vello-, tras el cierre del local de Elduayen, han pasado a ser atendidas en una furgoneta.
Según denuncian varias asociaciones y ONG’s de la ciudad, “la primera decisión, la de cerrar el local y poner un autobús, deterioró de forma alarmante el programa al reducirse enormemente el número de usuarios, debido a la pérdida de toda intimidad y sufrir el recorte de material al cambiarse el servicio a un espacio muy limitado”, hecho que, subrayan, se ha agravado, tras la sustitución del autobús por una furgoneta.
Por todo ello, estas asociaciones denuncian esta situación y exigen al Concello que, “de forma inmediata priorice de una vez por todas el dotar de un local adecuado y acondicionado a esta iniciativa”.
Estas entidades recuerdan que el programa Sereos do Casco Vello atendía alrededor de 300 personas diarias, “en un lugar de encuentro, socialización y solidaridad que suponía apenas un 0.8% en cuanto a presupuesto municipal”. Desde su cierre, recalcan, “los antiguos usuarios han tenido que desplazarse a recibir la atención en la calle y alejados del centro, para ser escondidos de los ojos de los turistas”.
A la vista de ello, piden que la nueva Corporación “demuestre humanidad con los más desfavorecidos y dote al programa inmediatamente de un local donde se recuperen las actividades de reparto de desayuno e intercambio de materiales de inyección e higiene en un espacio suficiente y digno”.