‘Guapetón’, el toro que cogió a un hombre de 43 años en un encierro en la Feria de los Sanjuanes de Coria-que sigue siendo de fiesta interés nacional- finalmente ha muerto de un disparo de escopeta, en medio del pueblo, sin que se tomase medida alguna para proteger a las personas que estaban en el lugar y en presencia de la Policía.
Miembros de la Asociación Vox Ánima grabaron el momento del disparo y al animal cayendo desplomado antes de ser rodeado por los mozos y la Policía, que impiden que se continúe grabando.
Como denuncia el Partido Animalista, según el Reglamento de Festejos Taurinos Populares de Extremadura, a los animales “se les dará muerte inmediatamente sin presencia de público en los establecimientos o instalaciones habilitadas para ello”. Además, “el sacrificio de las reses se realizará bajo supervisión de los veterinarios de servicio, utilizándose cualquier método que evite a las mismas sufrimientos innecesarios, y con la necesaria presencia del Delegado Gubernativo”.
Hay que recordar que, hasta hace 8 años, los vecinos disparasen cerbatanas al toro que vagaba por las calles del pueblo. Cuando este era abatido, se le cortaban los testículos mientras agonizaba.
El caso es que esta manera de sacrificar al toro sí que puede incumplir una ley-precisamente una que fue aprobada por los defensores de este tipo de ‘espectáculos- la ‘Ley Mordaza’, que establece que un arma en un espectáculo público supone una infracción grave, por lo cual el Ayuntamiento de Coria –cuyo alcalde, José Manuel García Ballestero, curiosamente es del Partido Popular- puede ser tener que hacer frente a una multa de 30.000 €.