Ella y Kirk Douglas– que se acerca al siglo de vida-son los únicos supervivientes de los mejores años de Hollywood, cuando los actores actuaban los guionistas escribían y los directores sabían hacer obras maestras solo con talento-sin efectos especiales y cientos de millones de dólares en publicidad.
Es Maureen O’Hara, que cumple 95 años. Su pelo rojo intenso y su personalidad la llevaron a conquistar la gran pantalla hace casi 80 años y no ha perdido ni un gramo de su aplomo y de su talento. Hace un año, cuando la Academia de Cine-que le ha dado varios de sus premios a actores mediocres, decidió con cuatro décadas de retraso, concederle el Oscar honorífico, Maureen, que nadie se explica cómo nunca estuvo nominada para recibir la estatuilla, dijo, “espero que sea de plata u oro y no como una cuchara de la cocina”.
Maureen, la única mujer capaz de empequeñecer los casi 2 metros de John Wayne y que le ha sobrevivido 36 años, pasará su cumpleaños junto a sus nietos y sus dos bisnietos en Idaho, a donde volvió desde Irlanda, hace tres años, para estar cerca de su nieto, contó Nicoletti.
O’Hara, que rodó más de 60 películas junto a estrellas de la talla de John Wayne, Henry Fonda, James Stewart, Errol Flynn o Charles Laughton, quizá quiera ver en televisión como el Empire State Building se ilumina del color rojo de su pelo para recordarle al mundo que su estrella sigue brillando.