‘Línea fría’. Así se denomina la manera de hacer la comida en las cocinas del nuevo hospital, de donde saldrán los menús, también, para el Meixoeiro y el Nicolás Peña. Los platos se cocinan de lunes a viernes, se congelan al instante y se ‘descongelan’ justo antes de servirla al paciente.
La comida, aún fría, sale de la cocina en un robot que sube en un ascensor ya reservado para él y distribuye los menús en las plantas a las horas señaladas para la comida y la cena. Según la empresa privada que se ocupa de la comida desde que se abrió el Álvaro Cunqueiro, los alimentos conservan todas sus propiedades y, además, se extrema la seguridad higiénica de los mismos.
Exactamente, los platos, una vez cocinados a una temperatura de unos 70 grados, se conservan, al momento, a 3 grados-durante un plazo máximo de 5 días- hasta que se someten a lo que se llama ‘retermalización’, un proceso que dura unos tres cuartos de hora. Esta ‘retermalización’ se hace, una vez que el robot los saca de la cocina y los sube en el ascensor, en una dependencia reservada en cada planta de hospitalización. Una vez ‘calentados’ a temperatura para poder ser servidos, se llevan a cada paciente.
Con este sistema las conocidas ‘camareras de planta’ han desaparecido– lo cual ha creado un conflicto, puesto que la dirección del área sanitaria de Vigo pretende que sean los auxiliares los que sirvan la comida a los pacientes, algo a lo que estos se niegan alegando que no es una de sus funciones- también ha implicado, como señalan los representantes de trabajadores, el despido de un buen número de personas.
Además de ello, subraya el personal sanitario, se ha acabado con la posibilidad de servir o pedir comidas a pacientes fuera de los horarios programados, “el caso de quienes hayan sido ingresados después de las horas de las comidas o cenas, de aquellos que hayan tenido que esperar un tiempo de ayuno o, simplemente, los que por otra circunstancia no puedan comer el menú que se sirve, como puede ser una persona mayor para la que antes podía pedirse una sopa o leche con galletas”.
El personal denuncia que desde el nuevo hospital haya que llevar la comida a los enfermos ingresados en el Meixoeiro y Nicolás Peña, “a kilómetros de distancia” y los “constantes errores” que hacen que “los platos o estén fríos o sean escasos o no cumplan con la dieta fijada por los médicos”.