É a segunda vítima de hoxe nas estradas de Galicia
Leer másFelipe Carnotto, fotoperiodista para vigoalminuto con los #refugiados, “hay toda una mafia alrededor de esta tragedia”
Los periodistas vigueses Cristian López y Felipe Carnotto, que están cubriendo para vigoalminuto el éxodo de los refugiados entre Grecia y Serbia, viajan, a la hora de redactar esta información, a Tesalónica, en Grecia, después de salir ayer, a última hora, de Serbia, y dormir esta noche en Macedonia.
Cristian y Felipe fueron detenidos este sábado por la policía fronteriza serbia mientras acompañaban, a pie, a los refugiados que habían salido de Tabanocve camino de Presevo. “En ningún momento vimos una línea fronteriza o alguna señalización que indicase que habíamos entrado en Serbia… seguíamos la columna, íbamos hablando con las personas que iban a en ella, sacando fotos… pero, repito, no hay línea de frontera o una barrera, si hubiese sido así nos habríamos identificado, tenemos los pasaportes en regla y una acreditación del Ministerio de Asuntos Exteriores para hacer nuestro trabajo”.
Cuando llevaban andados varios kilómetros, una patrulla de la policía serbia les pidió la documentación, “se la dimos y, al cabo de unos minutos, después de comprobarla, nos dijeron que teníamos que acompañarlos, que estábamos detenidos por entrar ilegalmente en el país”.
Desde allí fueron conducidos a un centro policial, al llegar al mismo “nos sorprendimos de que fuera había un coche patrulla de policías alemanes, que nos preguntaron si estábamos bien y si necesitábamos algo…que si era así que no dejásemos de avisarles”.
Ya dentro de la comisaría, “nos leyeron nuestros derechos, nos comunicaron que podíamos llamar a un abogado o contactar con la embajada española o con nuestras familias”, relata Felipe Carnotto.
“Allí el trato fue bueno…no lo había sido tanto antes…uno de los policías tenía muy malos modos…algo que no entendimos, puesto que ni discutimos, enseñamos nuestros pasaportes, la acreditación del ministerio y entramos en el coche policial sin protestar”.
Tras cuatro horas en el centro policial, los agentes los llevaron al juzgado “donde nos dijeron que nos recibiría la juez y que ella sería la que impusiese la sanción que fuese que, en un primer momento entendimos que podía ser una multa y la obligación de salir, inmediatamente de Serbia”.
Fue desde el juzgado desde donde Felipe contactó con el redactor jefe de vigoalminuto y le explicó qué pasaba, le comentó que estaban bien, que les habían detenido alrededor de las 2 de la tarde y que estaban esperando a que la juez decidiese.
“Por fin, unas tres horas más tarde, un funcionario…alguien que parecía ser un fiscal o un procurador, nos informó de que la multa por pasar ilegalmente a Serbia eran entre 100 y 500 € o 5 días de arresto…al final la jueza nos impuso 50 € a cada uno, alrededor de 20.000 dinares serbios…cogió ella misma el dinero…lo contó allí mismo, delante de nosotros, y nos dejó libres con una documento que nos permitía volver hasta la frontera y cruzar de nuevo a Macedonia”.
En la frontera, volvieron a pararlos, revisaron “con lupa” los pasaportes y el documento que les habían entregado en el juzgado, “ya pensamos que tendríamos que volver a pagar”, y pudieron entrar en Macedonia.
Felipe Carnotto denuncia la existencia de una “mafia” en torno a todo el éxodo de los refugiados. “Ya nos pasó cuando llegamos: tuvimos que pagar por unos permisos…el taxista nos cobró mucho más de lo acordado…y en nada de esto hay una actuación de la policía”. Cree que hay “una organización mafiosa, peligrosa…muy bien engrasada y organizada para hacer negocio con todo esto…con el transporte de refugiados, con sus necesidades…no hay un maltrato hacia ellos, sino que los ven como una fuente de ingresos…como una manera de aprovechar la oportunidad”, es una mafia, comenta, “que hace sus cosas sin que las autoridades, no sé si porque no pueden o porque están de acuerdo, no actúa…son personas conocidas por los demás, a las que estos evitan…por ejemplo, los taxis con licencia legal evitan las rutas en las que saben que pueden estar estos individuos…saben quiénes son y no quieren problemas con ellos”.
Sobre la situación de los refugiados Felipe es pesimista, “malviven y pasan de todo por llegar a Europa”. Lo que han visto es que “soportan que los registren, que los metan como ganado en los trenes, que los hacinen en campos de acogida que, cuando están llenos, los dejan fuera obligándolos a dormir en el suelo o en pensiones ilegales que les cobran una barbaridad para luego montar en esos trenes o en taxis no declarados, que también les sangran, para llevarlos lo más cerca de una frontera que les dé entrada a Europa…pero sin tener garantía alguna de que podrán pasar”.