En Nepal, más de tres millones de niños menores de cinco años están en riesgo de morir o contraer enfermedades durante los duros meses de invierno. Esto se debe a la grave escasez de combustible, alimentos, medicinas y vacunas, según advierte UNICEF.
La importación de productos esenciales se ha restringido en la frontera meridional de Nepal durante las diez últimas semanas, a causa de los disturbios por la nueva constitución del país.
Los almacenes médicos regionales del gobierno ya se han quedado sin vacunas BCG contra la tuberculosis. Las existencias de otras vacunas y antibióticos están también bajo mínimos.
Los niños, que siguen recuperándose de los dos grandes terremotos de abril y mayo, podrían ser los más afectados. Más de 200.000 familias afectadas por los seísmos continúan viviendo en alojamientos temporales a una altura superior a los 1.500 metros, donde las condiciones climáticas podrían empeorar conforme avance el invierno.
“El riesgo de hipotermia y desnutrición, y la escasez de medicamentos y vacunas, puede ser una combinación potencialmente mortal para los niños este invierno”, dijo Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF. “Durante mi reciente visita a Nepal fui testigo de primera mano de las precarias condiciones de vida de muchos supervivientes del terremoto. Ahora podrían enfrentarse a un nuevo desastre, sin los alimentos, protección frente al frío o asistencia sanitaria adecuados”.
También se teme que la dependencia cada vez mayor de la leña, debido a la crisis del combustible, aumente la contaminación, que podría traducirse en un repunte de casos de neumonía. El año pasado más de 800.000 niños menores de cinco años sufrieron esta enfermedad en Nepal, y unos 5.000 murieron.
Se espera que en los próximos dos meses nazcan en Nepal 125.000 bebés, que están en un riesgo especial. El servicio de ambulancias del país está afectado por la crisis del combustible, y esto ha causado una caída de los nacimientos en hospitales y centros de salud. La falta de combustible para la calefacción aumenta también el riesgo de hipotermia y muerte de los recién nacidos, que no pueden controlar su temperatura corporal.
“La difícil situación que afrontan los niños y sus familias se agrava cada día, y empeorará en los meses de invierno”, dijo Karin Hulshof, directora regional de UNICEF para Asia Meridional. “Los niños necesitan ser protegidos de la enfermedad, el frío y el hambre. UNICEF insta a todas las partes a abordar las restricciones a las importaciones esenciales de suministros a Nepal. No hay tiempo que perder”.