Agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla han detenido a un menor de 17 años por, presuntamente, agredir sexualmente a una chica de 16. El autor se ganó su confianza a través de una red social. De este modo consiguió información personal y fotografías íntimas que utilizó posteriormente para amenazarla con difundirlas si no mantenía relaciones sexuales con él.
El detenido, que conocía a la víctima de su círculo de amistades, simuló ser un desconocido y le solicitó amistad a través de un perfil en redes sociales. Así se ganó su confianza y consiguió que la chica le facilitara información personal, información que sería remitida al novio de ésta si no le enviaba fotografías de índole sexual.
Ante tales amenazas la víctima accedió y comenzó a remitirle las fotografías que éste le solicitaba. Además, le indicaba las posturas que debía poner y le exigía como requisito indispensable que en todas las imágenes saliera su cara. Una vez tuvo en su poder las fotografías, el detenido amenazó a la víctima con difundirlas públicamente, solicitándole ahora que le enviara vídeos de contenido pornográfico a cambio de no distribuirlas.
Agresiones sexuales a cambio de no revelar las imágenes
Las amenazas se fueron incrementando llegando al extremo de exigir a la víctima mantener relaciones sexuales con un supuesto amigo suyo, que en realidad era él mismo, a cambio de guardar todos los archivos que le había enviado. Las chica finalmente accedió y mantuvo cuatro encuentros físicos en los que fue agredida sexualmente, encuentros que fueron además grabados por el arrestado.
A pesar de todo, el presunto agresor comenzó a solicitarle que enviara nuevas fotografías, en este caso a sus amigos, e incluso llegó a exigirle que mantuviera relaciones sexuales con ellos. Fue entonces cuando la menor decidió interponer una denuncia ante la Policía contando lo sucedido.
Nada más tener noticias de lo ocurrido, los agentes establecieron un dispositivo centrado en la protección de la menor y en la localización del autor de los hechos. Tras identificar al presunto agresor los investigadores procedieron a su detención y al registro de su domicilio, donde se intervinieron dos ordenadores portátiles y un teléfono móvil.
A raíz de la detención se ha localizado a una segunda víctima a la que amenazó de igual manera con una conversación íntima que ambos habían mantenido a través del teléfono móvil. La amenazó con hacerle llegar esta conversación a la pareja de ella si no le enviaba un vídeo de contenido sexual, accediendo la víctima a ello.
Ante este tipo de situaciones la Policía Nacional aconseja a los internautas menores que acudan a sus padres o educadores, o bien a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Asimismo se recomienda tomar una serie de medidas básicas a adoptar por parte de los padres y por los propios menores:
Hacerse fotos de carácter erótico y/o compartirlas es siempre un error. En el caso de los menores puede ocasionar situaciones de chantaje o ciberacoso sexual o acoso en el entorno escolar (grooming o bullying). Redistribuir este tipo de imágenes de otras personas con el fin de perjudicarles es delito.
Los padres deben crear un clima de confianza con los hijos para tratar estos temas e informarles de los riesgos y de las consecuencias que entraña facilitar datos personales o enviar fotografías y vídeos comprometidos a otras personas, incluso aunque sean sus amigos, ya que pueden perjudicar su honor.
La prevención es esencial, si su hijo le informa de contenidos que le han hecho sentir incómodos (de tipo sexual) dele la importancia que realmente tiene y denúncielo.
Si un menor sufre alguna situación de este tipo, debe informar a sus padres y denunciar los hechos ante la Policía.
Si reciben por cualquier medio un material de este tipo, no lo compartan, denúncienlo de forma privada al correo:denuncias.pornografia.infantil@policía.es