‘Marcelo’, así se llama el ángel de la guarda que ayuda al ministro del Interior en cosas pequeñas, como encontrar sitio para aparcar. Así lo ha confesado Jorge Fernández Díaz en una entrevista concedida a La Vanguardia.
Hay que recordar que Fernández, un católico que se reconoce de misa diaria, ha dedicado parte de su gestión-además de a decir que las concertinas solo causan heridas superficiales o a recibir en su despacho a Rodrigo Rato– a conceder distintas condecoraciones a varias vírgenes, a admitir que se dedicaba a meditar en el Valle de los Caídos o a asistir a la beatificación de mártires de la Guerra Civil-siempre mártires del lado de los sublevados franquistas, claro-.
El ministro, en esa misma entrevista afirma que “nada de lo que sucede es casual, ¡todo responde al plan de Dios!”.