El Partido Popular ha ganado las Elecciones Generales celebradas este domingo- de acuerdo con los datos del escrutinio difundidos por el Ministerio del Interior–pero será muy difícil que siga gobernando. La formación de Mariano Rajoy, que desde hoy es presidente del Gobierno en funciones, ha obtenido 122 diputados en el Congreso, 64 diputados y 3.800.000 votos menos que en 2011-cuando se hizo con 10.866.566 votos y 186 escaños.
El Partido Socialista cae hasta el peor resultado de su historia. Pedro Sánchez empeora en 19 diputados el paupérrimo resultado de Alfredo Pérez Rubalcaba hace 4 años- cuando logró 110 asientos en la Cámara Baja–. Los socialistas se quedan con menos de 5,5 millones de votos, 1 millón y medio menos que en 2011.
Podemos-incluyendo los resultados de los lugares en los que se presentó en coalición, como Cataluña, Valencia y Galicia- obtiene 69 diputados y más de 5 millones de votos, mientras que Ciudadanos, se acerca a los 3,5 millones de votos y tendrá 40 diputados.
La aplicación del sistema D’ont hace que Izquierda Unida, que integraba Unidad Popular, pese a ser votada por más de 900.000 personas sólo haya logrado 2 diputados-pierde 9 de los que tenía en la anterior legislatura y 700.000 sufragios-, mientras que Esquerra Republicana con menos de 600.000 papeletas se haga con 9 diputados o el PNV que tendrá 6 escaños con apenas 300.000 votos.
A la vista de estos resultados solo un acuerdo PP-PSOE permitiría formar un gobierno con mayoría absoluta-entre los dos, pese a perder 5,3 millones de votos- sumarían 213 diputados, 37 más que los 176 que son la mitad más uno de los 350 del Congreso.
El PP más Ciudadanos suman 162 escaños-14 menos que la mayoría-lo mismo que la unión de PSOE, Podemos e Izquierda Unida-, lo cual implica que la formación de gobierno será especialmente dificultosa.