El viernes por la tarde, Ricardo Méndez, según aseguraron fuentes de la dirección del Área Sanitaria de Vigo a esta redacción, no padecía una dolencia que justificase su estancia en el hospital. Por ello, los responsables del Álvaro Cunqueiro le dijeron que debían darle de alta y, ante la negativa de su familia, le informaron de que podían trasladarlo a su casa o a una residencia de Pontevedra, pero que no podía quedarse en el área de observación en Urgencias, llegando a comentarle que si se negaba el centro podría recurrir al juzgado.
Ricardo, de 75 años, que padece del corazón, se había caído por las escaleras unos días antes, su hijo lo llevó a Urgencias: allí le dijeron que tenía una fisura de pubis y lo mandaron para casa. Al día siguiente, cuando empezó a encontrarse peor, volvió a Urgencias del Cunqueiro y le diagnosticaron una fractura y un considerable sangrado, por lo cual fue internado en Observación.
Tres días más tarde, le comunicaron que no podía seguir allí: estaba en condiciones de irse y, aunque no podía moverse, hacer reposo en casa mientras se recuperaba de la fractura.
El viernes pasado, alrededor de las 7 y media de la tarde, Ricardo volvió a su casa, pero el domingo por la mañana, viendo que había empeorado, su hijo volvió a llevarlo a Urgencias. Allí le diagnosticaron una infección pulmonar, una enfermedad lo suficientemente grave como para que este lunes, el médico haya decidido que tenía que ser ingresado en planta.