Eran conocidos los casos de abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia católica, en varios países de distintos continentes; también que buena parte del dinero público que recibe esta ‘institución’ no se destina a financiar obras sociales o de caridad, que en el seno de esta organización tan piadosa se vendían recién nacidos y hasta que en la Catedral de Santiago un electricista había robado millones de euros en efectivo sin que fuese denunciado por responsables de esta confesión: lo que se desconocía es que hubiese, además, hasta tres posibles secuestros.
Tres monjas procedentes de la India denunciaron a la Policía que estaban retenidas en contra de su voluntad, bajo amenazas y coacciones, en el convento de las Madres Mercedarias de Compostela. Las mujeres llegaron al convento siendo adolescentes y a día de hoy superan los 30 años de edad.
La denuncia, según informan este martes nuestros compañeros de La Voz de Galicia E. Mouzo, J. M. Pan, fue interpuesta por una compañera de las Mercedarias, dedicadas a la ‘vida contemplativa’, que logró escapar. Ante su denuncia, en la que especificaba que las jóvenes eran amenazadas por la superiora con conseguir que fueran devueltas a su país y que eran tratadas en el convento casi como ‘esclavas’, un juez de la capital compostelana autorizó la investigación, que continúa.
De momento, aún no hay detenidos y las jóvenes han sido llevadas a una casa de acogida donde permanecer y se sigue con ellas el mismo protocolo que se aplica en los casos de mujeres víctimas de la violencia de género.
