“Llevo detenido por el Reino Unido 5 años y medio sin cargos, con gran dificultad para ver a mi familia y a mis hijos”. Así ha empezado su comparecencia ante los medios, por vídeoconferencia, el fundador de Wikileaks.
Julian Assange ha esgrimido el informe emitido por el panel de expertos en derechos humanos de Naciones Unidas y ha enfatizado que es “legalmente vinculante”. El organismo ha informado de que su documento es lo que se califica como “Opinión oficial” y no un veredicto judicial, pero ha subrayado su importancia como grupo “autorizado” para la jurisdicción internacional.
Assange ha criticado al ministro de Exteriores británico, Phillip Hammond, por considerar que el informe de Naciones Unidas es “ridículo” y ha invitado al Reino Unido y Suecia a reintegrarle sus derechos, empezando por la libertad de movimiento.
Julian Assange ha afirmado que “esta victoria se debe en primer lugar a Baltasar Garzón y John Jones QC”. “Echo de menos a mi familia, pero esta victoria ha traído una sonrisa a mi cara”, ha dicho.
Melinda Taylor, otra de las abogadas de Julian Assange, ha afirmado que la ONU apoya su caso porque “tiene el derecho a ser escuchado y ese derecho se le ha negado durante cinco años”. Además asegura que se enfrenta a una “perspectiva de una detención indefinida” lo cual, ha advertido, supone “una tortura mental”.
Taylor, que ha contestado a los informadores en lugar del fundador de Wikileaks, ha acusado al Gobierno británico de haber puesto “en serio riesgo” la salud de Assange que lleva sin salir de la Embajada de Ecuador en Londres desde junio de 2012.