Juan, usuario del albergue municipal de Vigo,se ha puesto en huelga de hambre para reivindicar mejoras en el mismo. El colectivo Os Niguéns ha expresado su solidaridad con este usuario y, tras reconocer que considera que la “existencia de un albergue municipal es un gran adelanto, y un acierto, muy necesario en la ciudad”, subraya que el límite de diez 10 “es del todo restrictivo, y lo que provoca es que los usuarios acaben marchándose cuando se les termina la plaza, a esperar el turno de volver”.
Añaden que el comedor, que “está bien valorado por los usuarios y que ofrece un buen servicio”, debería también servir cenas, y que es solo accesible para los usuarios del mismo albergue, que cuando pierden el derecho a la plaza pierden el derecho de acceso al mismo.
Además, indican, hay ocasiones en las que la ocupación roza el 80%. “Esas camas que quedan libres deberían abrirse para personas que aún no han cumplido el descanso”, es decir, si hay camas sin ocupar deberían ser repartidas a quienes la necesiten aun estando los usuarios fuera del turno habitual.
Juan ha presentado la queja de que “en los picos de frío, han quedado usuarios fuera del albergue por estar al límite de su capacidad”. Indudablemente, debería estudiarse “aumentar el número de camas disponibles para ofrecer las suficientes a todo el que lo necesite y que nunca más alguien en invierno tenga que pernoctar al raso por falta de sitio”.
Por último, recalca, el albergue “debería ser reforzado con un programa férreo que trabajase en encaminar el realojo habitacional y socioeconómico de los usuarios”, a fin pudiesen considerar el paso por el mismo como algo transitorio mientras reciben la atención social pertinente, “nunca dejar que su situación se cronifique”.
